Dormir es de débiles


De pronto el sol ilumina toda la habitación, se cuela por el ventanuco del techo, entre tabla y tabla. Abres un ojo y descubres que toda la mesa está llena de paquetes, de envoltorio arrugado y de lazos deshechos. La ropa está tirada, repartida por el salón y a los pies de la cama charla con …