Y entonces un pájaro se le posó sobre la cabeza, y entonces sus pensamientos empezaron a volar, se entremezclaron con los sueños, y salió a la calle, a reencontrarse con ella misma, se subió a los tacones, visitió vestido corto y salió a volar!
gran noche pequeña!
Y tanto, todo fue muy grande. Los tacones, los “pájaros” , las cocacolas y nosotras, quiero repetir!
Claro… es que tú también tienes alas… 🙂