Hace un año aproximadamente conocí a una persona que me llamó la atención por sus zapatillas a juego del abrigo. Su coleta tirante y sus gafas de pasta. Poquito a poquito nos fuimos acercando la una a la otra y ahora no me puedo imaginar una semana sin ser partícipes de las andaduras de la de al lado.
Hace un año me contó muy resumidamente quién era La Condesa, y acto seguido entré a investigar un poco más. Mañana es su gran día, y sólo puedo alegrarme y sentirme muy orgullosa de considerarme tu amiga. Porque te he visto luchar, caerte y levantarte. Madrugar y trabajar a diario en algo que desde luego no es para ti, aunque no se te caigan los anillos, para nada. Porque hemos tomado muchos cafés desde entonces y reído y llorado cuando nos ha tocado.
Mañana es tu día pequeña y lo vais a bordar. Porque cada día creo más en la gente que se ilusiona por las cosas, que trabaja como tus hormiguitas jornada tras jornada y apuesta por las cosas en las que cree.
Eres auténtica, como tus creaciones y como aquellos que se visten por los pies y no les frenan las adversidades.
Brilla.